Imagínate entrando en una sala cálida con aromas a eucalipto y sonidos suaves de agua. Esta es la promesa de los baños turcos hammam, una experiencia milenaria que ha viajado desde Marruecos, Turquía y Medio Oriente hasta los hogares más modernos de Europa.
El hammam no solo es un baño de vapor; es un ritual de conexión. Cada etapa —el calor húmedo, el jabón negro, el masaje y la ducha fría— está pensada para liberar el cuerpo de cargas físicas y emocionales.
Una de las razones por las cuales los hammam están ganando espacio en el mercado europeo es su capacidad de brindar lujo sin ostentación. Son espacios diseñados para sanar, purificar y reconectar.
Marcas como Saunamo han logrado adaptar este concepto ancestral a las necesidades del consumidor moderno, permitiendo que el hammam forme parte del diseño de interiores con elegancia y funcionalidad.
Muchos de los que se interesan por esta práctica descubren modelos de baños turcos que pueden instalarse tanto en viviendas particulares como en espacios comerciales.
Con un hammam en casa, el viaje sensorial está a solo una puerta de distancia.